DIRECCIÓN TÉCNICA FAAB

Shihan Heuscher y el Aikido

Shihan Fritz Heuscher (Suiza, 1959-) comenzó a practicar artes marciales (judo y jujutsu) de adolescente para aprender defensa personal. A los 17 años probó por primera vez el Aikido, y quedó profundamente sorprendido por esta disciplina, pues parecía fácil al verla, pero muy difícil de realizar correctamente. Aceptando el reto de aprender este arte, comenzó a practicar bajo la instrucción de Willi Frischknecht el 6 de octubre de 1976, y entrenó con el por más de un año.

En 1977 Masatomi Ikeda (1940-2021), quien era instructor 5º dan por aquel entonces, fue enviado a Suiza como representante ante Aikikai Suiza. Sensei Ikeda era también profesor de educación física y tenía una amplia experiencia como asistente de Hiroshi Tada (1929-), Shihan de Aikikai Italia, quien ahora es 9º dan Aikikai y el sensei vivo con grado más alto en esta institución.

Después de que sensei Heuscher fue promovido a 4º dan, sensei Ikeda le pidió que sea su asistente en varios países (Austria, Luxemburgo y Países Bajos), ganando así experiencia como instructor internacional, a la vez que dirigía su propia escuela en Suiza (www.aikido-langenthal.ch), que había iniciado en abril de 1980 con apoyo de Ikeda, cuando era 2º kyu. Desde ese día, Shihan tuvo la oportunidad de entrenar casi todos los días; lo que a su vez apoyó en el crecimiento de sus estudiantes.

En 2008, sensei Heuscher recibió el 6º dan de Aikikai Hombu Dojo y en 2017 el título de “Shihan”. En 2021, recibió el 7º dan, siendo éste un momento muy emotivo, pues el formulario para solicitar dicho grado se encontraba firmado por sensei Tada en persona.


Relación de Shihan Hesucher con Bolivia

Su relación con Bolivia se inició el año 2000, cuando un aikidoka boliviano lo visitó por primera vez. El 2006 visitó Bolivia por primera vez para conocer el país, pero también la situación del Aikido en el mismo. Una vez allí, encontró que existían en Bolivia varios grupos que entrenaban Aikido, pero muchos de ellos sin un programa de entrenamiento claro y sistemático. Al ver esto, se ofreció a colaborar con su experiencia al crecimiento del Aikido en Bolivia, visitando este país una o dos veces al año. Sin embargo, puso como condición para ello que los diferentes grupos cooperen entre sí y trabajen conjuntamente hacia la meta de crear una federación boliviana de Aikido, condición que fue aceptada por la mayoría de los practicantes que se reunieron con él.

Después de fundado este compromiso, la cooperación formal inició en 2007; con la fundación, entre sensei Heuscher y un grupo grande de practicantes bolivianos, de la Federación de Aikido “Aikikai Bolivia”, que desde ese entonces ha crecido constante y considerablemente; logrando el 2021 ser una organización con reconocimiento directo de Aikikai Hombu Dojo y, en 2022, convirtiéndose en una organización miembro de la Federación Internacional de Aikido (IAF, por sus siglas en inglés). Viendo hacia atrás, Sensei se encuentra muy feliz por este progreso, considerándola una historia muy exitosa. En este largo tiempo, ha creado un fuerte vínculo con Bolivia y construido muchas amistades profundas dentro de las fronteras de este país.

Desde el 2007 en adelante, sensei Heuscher ha cumplido su compromiso de visitar Bolivia regularmente todos los años, hasta que lamentablemente la pandemia COVID impidió estas visitas durante tres años. Desde 2023 ha reiniciado las visitas y espera poder mantener su compromiso con Bolivia en tanto le sea físicamente posible hacerlo, visitando el país para promover el programa educativo que enseña, que está basado en el programa originalmente diseñado por sensei Ikeda. En particular, considera que dicho programa es tan profundo, que en realidad seguimos aprendiendo juntos al practicarlo.

“Vivimos en un tiempo de intercambio de conocimiento en general, y eso es cierto también en el Aikido: El intercambio entre Suiza y Bolivia es un buen ejemplo de ello. Como decía O’sensei, el desarrollo del Aikido nunca se detiene, y es necesario que sea así. Para mí, el Aikido es una necesidad en la vida diaría, pero también es un medio de defensa personal sumamente efectivo. La práctica del Aikido es tan enriquecedora que el tiempo que inviertes en ella siempre da como retorno algo más”.